lunes, noviembre 14, 2005

T r e k k i n g

C o c h a s q u í - M o j a n d a.

" Febrero 2005 "

Siete de la mañana, un bus y un grupo de gente, algunos un poco tarde, pero a fin de cuentas listos, grandes expectativas mas rostros desconocidos, no es fácil confiar en extraños, con tanto que se escucha, no obstante los guías manejan varias formas de romper el hielo. Diferentes rincones nos acompañan, como siempre : oficinistas, financieros, universitarios, familias, niños, tibios, solitarios, azules, sonrientes, incrédulos etc. todos dispuestos a la aventura. Tomamos la panamericana mientras les explicamos la diferencia entre trekking (vocablo holandés = migraciones) y paseo, muchos no la encuentran, “ya van a sentirlo” sonreimos, ha pasado hora y media de conocernos entre todos cuando arribamos a Cochasquí, se siente la imponencia de la Cultura Quitu–Cara, nuestros ancestros supieron ubicarla con 15 magnificas pirámides truncadas, 9 de ellas con rampa, la historia conmueve a todos, sin embargo es difícil apartar el reflejo de Hollywood de su memoria, todos agarran su cucayo (comida de marcha), cargan su modesta maleta y emprendemos el viaje, otra parte de guías se adelanta con el equipo para acampar, en camioneta y por rutas más formales.

A pie se puede alcanzar niveles increíbles, cortar camino es parte del estilo, el grupo avanza sin problemas o resolviéndolos, que es lo mismo, saltamos quebradas, bordeamos toros, que parecen mirarnos con el mismo temor que nosotros, la naturaleza cambia desde los 3100 m.s.n.m que empezamos, bosques, pájaros, pajonales, los descansos paulatinos permiten recargar, sonreír, admirar los límites cruzados y preguntar: “¿Cuánto falta?” “dos horas” les digo y se conforman, en parte pero; ¡Aquí no es posible regresar! , el campamento esta armado en Mojanda Grande(Caricucha), solo nos permitimos llegar, lo sabemos desde el inicio.

Al principio había camino de herradura pero preferimos atajos, claro siempre procurando no dañar el ecosistema, ir en fila ayuda mucho, por intervalos nos detenemos y presenciamos el banquete de humanidad que surge, compartir la pequeña comida, que también llevamos, el dulce es importante y amigable a estas alturas, el agua un bien preciado, la solidaridad es cuestión de miradas, la careta social tan común en estas épocas, quedó unos miles de pasos atrás, no viajamos solos, contando estamos 25 pero nos rodea vida en todas sus expresiones.

15 kilómetros es todo el recorrido, que a ratos se vuelven leguas, sobre todo en las cuestas, llegamos por encima de los 4000 m.s.n.m. y empieza el descenso, ¿Cuánto falta? “dos horas” les digo, “pero eso dijiste hace dos horas”, a estás alturas no es el tiempo lo que importa sino el sitio, al fondo el Yanaurcu (cerro negro) y sé que estamos cerca, el paisaje ayudado por San Pedro se muestra espectacular, incluso las aves parecen disfrutarlo sobremanera, descendemos por pajonales cortando por un par de cerros y en el final de una arista, se muestra el Yanaurcu con todo su esplendor, abajo algo como una sombra en su base, es Yanacucha (laguna negra) espectacular a sus pies. De lo lejos que estamos bajamos a sus orillas, el silencio es solo roto con nuestra alegría acompasado con el clic de las fotos, ahora todos somos amigos - expertos en posar para 15 cámaras, ¿Cuanto falta para el campamento?, una vez más, “dos horas” les respondo, mejor no escucho los comentarios, se ve que lo disfrutan de cualquier modo, otro par de kilómetros y vemos el encanto de la laguna varón (Caricucha), su inmensidad nos obliga a saludarla y les contamos la historia del romance entre Imbabura y la Princesa Mojanda, el Colongal tiene su imponencia desde aquí, el campamento a la distancia en las faldas del Fuya Fuya (Fuyu = Nube) es una mancha de colores, pero, “cuestión de dos horas y listo” les repito, ya no me creen solo sonríen, continuamos bordeando la laguna y nos fascinamos ante su frío cristalino, realmente podemos entender porque este lugar es paraíso de shamanes, adoloridos, algo cansados, llegamos a la playita, lugar donde los guías nos invitan a estrecharnos en abrazos con todos, aplausos suenan y sueñan.

Hacer Trekking es siempre un desafío un compañerismo único, nada de competencia malsana “aquí todos llegamos”, como les repetíamos desde el inicio, el premio es la comida caliente, pa este frío de 3711 m.s.n.m. una buena carpa, un sleeping y una fogata más la noche de luna llena con su espejo hipnótico en el agua y solo ahí tan solo después de hacerlo, logras entender la magia que envuelve practicar este deporte, tus límites yacen aletargados de cansancio, pero tu fe en ti se vuelve del tamaño de los astros.

Artículo completo escrito a manera de homenaje a los

M a n a C u n g a y P a g.

jueves, octubre 27, 2005

M i n d o, pequeño pero grande

Octubre es un mes como pocos, lluvias en el clima ecuatorial, abruptos y sincopes, inicio de clases régimen sierra, de seguro lo percibimos como por – venir, genial mes de cualquier modo para iniciar una propuesta, una de ellas fue a la que accedí encaminando un grupo de gente hacia Mindo, un pueblito ecológico y muy por hoy dedicado al turismo, buena forma de celebrarme la vida.

Fueron dos las ocasiones, sábado 15 y domingo 23, el primero un grupo de 10 personas, fácil, accesible, manejable, el segundo 27 mas un medio futuro de la patria, se complica. El clima ecuatoriano tiene alma de mujer definitivamente, cuando quiere brilla y de que forma. Al llegar te recomiendo comprar los tickets en el centro de información: 3usd para la cascada de Nambillo, e inicias desde el parque central, caminas aproximadamente una hora y media o halas dedo para hacerlo corto y llegas al Santuario de las Cascadas, en este lugar esta una tarabita que cuesta 5usd. un poco de polémica surge por no saber si subirte o seguir, a eso sumale las explicaciones y problemas entre haciendas, es una lastima ver esto, te recomiendo avanzar, es más si eres audaz puedes encaminarte, estilo ilegal, te saltas el alambre de púas y corres, con cuidado de que no te cachen, por la hacienda, en este punto debes saber la ruta y el sendero estilo coyotero, al final agarrando camino lejos de la carretera sientes el Mindo del que te han hablado, las distintas especies de pájaros, sus flores su vegetación, desciendes y llegas al río Nambillo, cruzas muestras el ticket que pagaste en el pueblo y disfrutas del lugar: salto desde la peña 12 metros, su agua un poco fría, otro salto desde una roca en la mitad del río de tres y medio metros más toda la gente que llega, muchos de ellos extranjeros. Recuerdo aun cuando tenían una casa de madera donde te daban comida y unos lugares para acampar, ahora tienes un principio de una casa de hormigón. Triste.

Regresas por donde debiste haber entrado y te enfrentas a unas cuestas que fortalecen tus piernas y te hacen olvidar el frío, sino pregunten a la gente que me siguió, subida por bajada es la ruta, porque en la cima justo en frente, detrás del kiosko que vende algo de comida esta el Mindo Garden por donde bajas ahí tu habilidad de primate se pone en juego, quizá al principio es difícil pero cuestión de acostumbrarse, llegas hasta el río Nambillo, donde te encuentras con una tarabita que debes cruzar cuesta un dólar, claro que incluye el uso del sendero, bueno este problema de las haciendas por esta parte se hace chocante, sales y por el camino llegas al mariposario, puedes entrar y disfrutar de la variedad o frente a el te integras en el rafting criollo (boying, tubbing o como sea), bajas en tubos de neumáticos por el río, es divertido pero dicen que mejora en invierno cuando el río crece. Llegas al pueblo donde te espera la comida, que es barata y buena, tres dólares por almuerzo contundente.

Ha pasado buen tiempo desde la primera vez que visite este lugar redescubrir la ruta me fue grato y solo lo comparo con el placer de sentir la confianza puesta sobre mis hombros, el Mindo de hace un par de años en cambio esta dando paso a una sobreexplotación, recuerdo la misma ruta pero variandola en el tiempo, distinto es la palabra que me viene, ahí te preguntas ¿Para quien es bueno el turismo masificado?. “la naturaleza es tan sabia que se aleja de las ciudades como dicen”.

miércoles, septiembre 21, 2005

Trekking al Molinuco,

El Domingo fuimos 24 el clima estuvo copiosamente increíble, tomando la autopista al valle de los chillos, pasas el colibrí(escultura diseñada por Endara Crown), de ahí el camino a Loreto, desembarcamos en este lugar y comenzamos la caminata, pasas, con cautela, por donde los chapas hacen prácticas de tiro (no hubo nadie por cierto) y te enrumbas. Lo interesante de esta ruta es que te plantea una serie de desafíos, primero el equilibrio: (foto der) debes cruzar por el filo de un canal construido entre dos cerritos aproximadamente 25 metros, lo curioso y exitante es que a un lado tienes la quebrada y al otro el canal con agua (algo fría) y tierra,

parece fácil pero Carla les podría hablar más sobre las propiedades benéficas de un baño en el lodo, es solo caminar pero que distinto se hace cuando tu cerebro detecta algo de peligro. Seguimos el segundo la oscuridad atraviesas un cerro pero por un túnel aproximadamente unos cien metros (esta vez estuvo bloqueado) pero puedo contarles por experiencia que llegando a la mitad la tenue luz hace muy grave tu caminar, está ocasión tocó trepar el cerro, una cuesta veneno, para luego bajar y llegar hasta el borde de la cascada algo seca donde descansas y te contactas con el entorno, es fácil hablar de vida al borde de unos riscos. (foto izq) Prosigues y llegas a la entrada de la hacienda el Molinuco, donde tienes la oportunidad de bajar hasta el río Pita, en este lugar después del calor acarreado, es inevitable que todos tomen un salto hacia uno de los estanques que forma el río y nades, muy breve hasta la orilla, pero nades, el agua es un poco fría, sin embargo refrescante, caminas por el sendero cuarenta minutos más y llegas a tu objetivo final la chorrera del Pita, aquí el fin de tu travesía es marcado por el recorrido detrás de la cascada, donde templas tus nervios y respeto hacia la pachamama (foto der), el aliento de la cascada mezclado con el frío, el viento y el agua hacen memorable el cruce, el prana en el que te has envuelto es un dulce premio a tu haber, hay que destacar que el río Pita proviene de los deshielos del Cotopaxi así que su temperatura es lo que se diría . . ., mejor que la sientas. No te imaginas lo cerca que está todo esto de la carita de Dios (Quito en lengua indígena), como diría un amigo “es entrrrañable”, incluso con tanta energía que vuelves, el farron (fantastica fantantastica la Fiesta) en el bus de regreso viene siendo consecuente.

lunes, septiembre 05, 2005

Cañoning en Shishink, Comienzas desde la Cascada Azul haciendo un rapel de 18 metros(foto izq.), nos encaminamos tres: Eugin, Peter y yo, previamente recibes una ligera práctica en un árbol, pero en la cascada es otro el asunto, sino preguntenle a Eugin que al inicio tuvo un par de complicaciones con la peña y tuvo que regresar e intentarlo al final, seguí yo, el casco + el arnés más el chaleco + zapatos de caucho son indispensables, el agua te cae de todas partes, las piedras son resbalosas y la ruta tiene muchos altibajos. Desciendes a la piscina natural que forma la cascada nadas hasta la orilla, luego sigues por el riachuelo, como puedas: por las piedras, saltandolas, a veces, otras, agarrandote, nadando, te encuentras con un cañon (es lo que le da nombre al deporte: Cañoning), saltas hacia unas fosas, más natación, otro descenso en otra cascada más pequeña, rapelando, esta a pesar del tamaño fue más complicada, sigues por la garganta del Shaman, así le llamán al cañon, otro salto a una fosa, nadas y llegas al punto de descenso final: la cascada del Yagé(foto der), esta mide poco más de veinte metros y me tomó más tiempo de lo pensado, llegas a la piscina que forma la cascada, preciosa por cierto, nadas hasta la orilla y agradeces la aventura que te ha tomado algo más de dos horas. Mucha adrenalina, enorme cantidad de agua por todos lados, formas moldeadas por la naturaleza de una manera inimaginable, recovecos, cuevas, peñas, escondrijos, estanques, temperatura calida en el agua, indescriptible me faltan adjetivos, cuesta 25 dólares practicar, pero llegando te das cuenta que cada dolar es un bien reembolsado, indispensable los guías que te dan seguridad a cada momento.

En la cascada Azul se filmó parte de la película Proof of Life con Meg Ryan si la viste debes recordar el momento en el que uno de los secuestrados recibe un disparo y cae desde lo alto de una cascada, pues bien, si el pudo, ¿porqué yo no? me dije, acabando el rapel de la primera(azul) subí de nuevo por el sendero, mientras Peter rapelaba, caminando iba pensando que lo más alto que había saltado fue en Mindo - Cascada Nambillo(12m), pero este tenía un mejor lugar para acuatizar y 18 metros si hacen la diferencia, así que sobre el risco, junto al miedo en su estado primario y la incredulidad, la euforia más el instinto de bienestar peleando en mi cerebro, uno dos y tres, un salto, no hay marcha atras, tres o 4 segundos de caida y la piscina natural que forma la cascada, alivio, sobriedad, miedos atenuados revolcandose con el orgullo. ¡Menos foto!, porque los asignados no creyeron en el saltador, hasta que ya estaba en el aire, deberá esperar la camará a la próxima ida, cuestión de tiempo nomas.

Nota: Shishink es un sitio ecológico situado en el recinto Puerto Rico, pasando Puerto Quito en la vía Calacali - La Independencia, donde el Francisco Gallegos (Ing. Informático de la Central uno de los dueños) te da la bienvenida, esos Inges Informáticos de la Central si que estan en todo, ¡a su salud!.

jueves, septiembre 01, 2005


Teleferiqo.-
La noche y el frío nos vuelve complices entre todos, ni que mencionar a 4100 msnm. donde este lujo arquitectónico nos da la bienvenida, inevitable el recordar cuando a paciencia de mis 19 años lo subi a pie, ¡que diferencia!. Lo impresionante nadie se lo quita, pero en el manto obscuro de la tecnología se esconde toda la flora y fauna, hecha a un lado por la comodidad de subir, en nomas de 7 minutos, y coronar el "Cruz Loma". La vista se vuelve majestuosa y te imaginas el paramo de antaño que debio ser, hago voces porque este bosque protector sea protegido de nuestro sistema de protección, ¡redundante verdad! sin embargo el chocolate con humitas a esa altura bien valen lo que cuestan, ahh por cierto en la noche casi no hay colas de gente.

miércoles, agosto 31, 2005


Reportando desde la Carita de Dios, sobra decir que el domingo, Mojanda (foto) estuvo espectacular, hoy quizá el teleferiqo, la primavera sin fín en que reposa esta ciudad y sus 2800 msnm. hace variable su condición climatológica, de todos modos el fin de semana me avisoro en la cascada azul. Lo hecho siempre estará en el placer de que, al fín llegó a ser. En Improvisación I, fue tiempo de lectura así que nos encaminamos por Carver, bien logrado por cierto.