Trekking al Molinuco,
El Domingo fuimos 24 el clima estuvo copiosamente increíble, tomando la autopista al valle de los chillos, pasas el colibrí(escultura diseñada por Endara Crown), de ahí el camino a Loreto, desembarcamos en este lugar y comenzamos la caminata, pasas, con cautela, por donde los chapas hacen prácticas de tiro (no hubo nadie por cierto) y te enrumbas. Lo interesante de esta ruta es que te plantea una serie de desafíos, primero el equilibrio: (foto der) debes cruzar por el filo de un canal construido entre dos cerritos aproximadamente 25 metros, lo curioso y exitante es que a un lado tienes la quebrada y al otro el canal con agua (algo fría) y tierra,
parece fácil pero Carla les podría hablar más sobre las propiedades benéficas de un baño en el lodo, es solo caminar pero que distinto se hace cuando tu cerebro detecta algo de peligro. Seguimos el segundo la oscuridad atraviesas un cerro pero por un túnel aproximadamente unos cien metros (esta vez estuvo bloqueado) pero puedo contarles por experiencia que llegando a la mitad la tenue luz hace muy grave tu caminar, está ocasión tocó trepar el cerro, una cuesta veneno, para luego bajar y llegar hasta el borde de la cascada algo seca donde descansas y te contactas con el entorno, es fácil hablar de vida al borde de unos riscos. (foto izq) Prosigues y llegas a la entrada de la hacienda el Molinuco, donde tienes la oportunidad de bajar hasta el río Pita, en este lugar después del calor acarreado, es inevitable que todos tomen un salto hacia uno de los estanques que forma el río y nades, muy breve hasta la orilla, pero nades, el agua es un poco fría, sin embargo refrescante, caminas por el sendero cuarenta minutos más y llegas a tu objetivo final la chorrera del Pita, aquí el fin de tu travesía es marcado por el recorrido detrás de la cascada, donde templas tus nervios y respeto hacia la pachamama (foto der), el aliento de la cascada mezclado con el frío, el viento y el agua hacen memorable el cruce, el prana en el que te has envuelto es un dulce premio a tu haber, hay que destacar que el río Pita proviene de los deshielos del Cotopaxi así que su temperatura es lo que se diría . . ., mejor que la sientas. No te imaginas lo cerca que está todo esto de la carita de Dios (Quito en lengua indígena), como diría un amigo “es entrrrañable”, incluso con tanta energía que vuelves, el farron (fantastica fantantastica la Fiesta) en el bus de regreso viene siendo consecuente.